Lagar
Las sombras han trepado el monte.
En lo alto, mudos y lejanos, lloran los astros,
ocultos tras el plúmbeo manto de la noche.
El vaivén de las hojas en el viento
ahonda el silencio, lo dilata,
como el reflejo de la oscuridad en el agua.
Detrás de los muros,
la brisa recoge los vestigios de un sacrificio,
el eco de cenizas y sangre derramada,
presagio de llagas en el precipicio.
En lo profundo del jardín,
entre el murmullo de los olivos,
se estremece un Hombre,
solo e inocente como un niño olvidado.
Sus manos,
que supieron labrar el ciprés y el pino,
los inviernos, el magma y el espíritu,
ahora se hunden en la hierba, en el humilde limo.
Se aferran a la arcilla y a la roca
que concibieron en otro tiempo,
mucho antes de los mares y la aurora.
Trémulo, difuso,
Su cuerpo se apaga bajo el peso
de una prensa que es emblema y misterio.
En su eje arde el Seol;
en sus falaces confines,
más allá de las eternidades,
la piedra agita las aguas del firmamento,
el miedo, las mezquindades,
las tibias alas de los serafines.
En el corazón del lagar
se arremolina sobre un alma
la furia primitiva de todas las almas.
Océanos de hiel en una copa,
la danza fantasmal de los murciélagos,
la sed de heridas abiertas,
espadas, gritos, ciudades desiertas.
Las manos que activan la almazara
son multitudes de arena,
mareas de voces y puños
que se precipitan en las tinieblas.
Yo estoy entre ellos.
Doy vuelta a la rueda,
ciego como ellos.
El tiempo es sangre bajo la piedra.
Cada gota susurra un nombre;
cada nombre, una promesa.
Pronto arderán las antorchas
y se agitará la turba con la señal de un beso.
Crepitarán las cadenas y las lanzas;
los maderos sangrarán
con el sordo golpe de las mazas.
Hasta que la última puerta
se abra para siempre
y lo fugaz se vuelva eterno.
De Sus manos fluirán ríos y días,
el resplandor de fosas vacías.
Winepress
Translated by Gabriel González
The shadows have crawled up the hillside.
Distant and silent stars weep above,
Hidden behind the night’s leaden mantle.
The swaying of leaves in the wind
Deepens the silence, prolongs it,
Like the reflection of darkness on water.
Beyond the walls,
A breeze gathers the vestiges of a sacrifice,
The echo of ashes and spilt blood,
The omen of wounds into the abyss.
Deep inside the garden,
Among the whisperings of olive trees,
A Man shudders,
Alone and innocent like a forgotten child.
His hands,
Which once carved the cypress and the pine,
Shaped winters, magma, and spirit,
Now sink into grass, into humble mud.
They cling onto the very clay and stone
That they had formed eons ago,
Long before the seas and the breaking of dawn.
Trembling, dimmed,
His body fades under the weight
Of a press that is emblem and mystery.
On its center, Sheol burns;
On its deceiving boundaries,
Beyond the eternities,
The stone stirs the waters of heaven,
All fear and shame,
The warm wings of seraphim.
At the heart of the winepress
Over one soul there swirls
the primitive rage of all souls.
Oceans of bitterness in one cup,
The ghoulish dance of bats,
The thirst of open wounds,
Swords, screams, deserted towns.
The hands that turn the oil mill
Are multitudes of sand,
Tides of voices and clenched fists
That plunge in the darkness.
I stand among them.
I walk turning the screw
Blind like them.
Time is blood under the stone.
Each drop whispers a name;
Each name, a vow.
Soon, burning torches will appear
And a kiss incite the crowd.
Chains will clink and spears clatter;
Wooden beams will bleed
At the dull beating of clubs.
Until the very last door
Will be thrust open forever
And that which is fleeting turn eternal.
From His hands will flow rivers and days,
The radiance of empty graves.
Santiago Vázquez es redactor y traductor independiente. Vive con su esposa y sus tres hijos en Mendoza, Argentina, donde las noches suelen encontrarlo perdido en un libro o en el tenue resplandor de una página en blanco. Varios de sus relatos, ensayos y poemas fueron publicados en diversos medios literarios, entre ellos El Pregonero de Deseret.
Santiago Vázquez is a freelance writer and translator. He lives with his wife and three children in Mendoza, Argentina, where night often finds him lost in a book or in front of the dim glow of a blank page. Several of his short stories, essays, and poems have been published in different literary outlets, including the Mormon-themed El Pregonero de Deseret.